
Enfermedad de Perthes: Qué es, causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento con fisioterapia
La enfermedad de Perthes es una rara enfermedad infantil que afecta a la articulación de la cadera. El hueso de la parte de la “bola” (cabeza del fémur) de la “rótula” de la articulación de la cadera muere por falta de riego sanguíneo. Cuando el suministro de sangre vuelve, se forma una nueva cabeza femoral. Los tratamientos incluyen tiempo/observación, medicamentos, fisioterapia, escayola y cirugía. La mayoría de los niños vuelven a sus actividades normales sin limitaciones.
¿Cómo ayuda la fisioterapia con la enfermedad de perthes?

¿Qué es la enfermedad de Perthes?
La enfermedad de Perthes, también llamada enfermedad de Legg-Calvé-Perthes, es una rara afección de la cadera que sólo afecta a los niños. Se desarrolla cuando se produce una pérdida temporal del suministro de sangre a la cabeza redondeada del fémur (hueso del muslo) – la parte “esférica” de la articulación de la cadera “esférica”.
El suministro de sangre es importante para el hueso, ya que le proporciona oxígeno y nutrición. La falta de riego sanguíneo provoca la muerte de las células óseas. Este proceso se denomina osteonecrosis , o necrosis avascular. La parte esférica del fémur puede llegar a colapsar cuando el hueso se debilita, si el suministro de sangre se interrumpe el tiempo suficiente. Cuando el suministro de sangre vuelve a la bola del fémur, el hueso puede mejorar su resistencia, pero la forma del fémur puede quedar permanentemente distorsionada.
¿Cuál es la frecuencia de la enfermedad de Perthes?
La enfermedad de Perthes es poco frecuente y afecta a uno de cada 10.000 niños. La enfermedad de Perthes suele afectar a niños de entre cuatro y ocho años, pero puede extenderse hasta los dos y los 12 años. Ambas caderas se ven afectadas hasta en un 15% de los niños.
¿Quién padece la enfermedad de Perthes?
La enfermedad de Perthes es cinco veces más frecuente en los niños que en las niñas.
La enfermedad de Perthes suele afectar a niños muy activos, incluso deportistas. Los niños suelen ser más pequeños que la media para su edad. La enfermedad también es más frecuente en asiáticos, esquimales y caucásicos. La tasa de incidencia es mucho menor en los nativos americanos, las personas de origen africano, los polinesios, los negros y los aborígenes australianos.
La exposición al humo de segunda mano también puede aumentar el riesgo de que su hijo padezca la enfermedad de Perthes, aunque se desconocen los motivos exactos.

¿Cuáles son las causas de las enfermedades de Perthes?
Técnicamente, la bola del fémur muere porque se interrumpe temporalmente el suministro de sangre hacia ella. No se conocen bien las razones por las que esto ocurre. Hay algunos indicios de que la genética puede desempeñar un papel, pero se necesitan más estudios. La falta de suministro de sangre constante a la bola del fémur provoca una secuencia de acontecimientos. En primer lugar, las células óseas de la cabeza del fémur mueren. A continuación, la debilidad en esta zona hace que la cabeza del fémur acabe colapsando (suele ocurrir en un periodo de dos años) y perdiendo su redondez –, lo que se denomina “fragmentación.” El tejido óseo dañado es entonces absorbido por el cuerpo. Cuando el suministro de sangre regresa, el nuevo tejido óseo comienza a crecer y a tomar la forma de una nueva cabeza de fémur. Esta etapa puede durar algunos años. Por último, el hueso se recupera y adquiere su forma definitiva, aunque esta forma final no siempre es una cabeza perfecta y redonda.
El grado de cicatrización de la cabeza del fémur depende de la extensión del colapso óseo y de la edad de su hijo en el momento en que comenzó el proceso de la enfermedad. El hueso tiende a remodelarse mejor en los niños más pequeños y mejora a medida que el niño crece.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Perthes?
Los primeros síntomas de la enfermedad de Perthes suelen ser una cojera o un cambio en la forma de caminar o correr de su hijo. Es posible que su hijo ni siquiera note o sienta estos cambios. Usted, como padre, puede ser el primero en verlos mientras observa a su hijo jugar.
Otros síntomas incluyen:
- Dolor en la zona de la cadera, o en la ingle, el muslo o incluso la rodilla.
- Irritación e inflamación en la zona de la cadera que puede dar lugar a espasmos musculares.
- Dolor con la actividad; se alivia con el descanso.
- Rigidez o disminución del movimiento en la articulación de la cadera.
El dolor puede aparecer “de forma intermitente” durante meses. El dolor se produce sin una lesión asociada.
Algunos niños no sienten mucho o ningún dolor. La enfermedad de Perthes puede no descubrirse hasta que se realiza una radiografía debido a una caída u otra lesión y la imagen muestra que su hijo está afectado por esta enfermedad.
Si su hijo presenta alguno de los síntomas anteriores y usted sospecha que puede padecer la enfermedad de Perthes, es importante que se ponga en contacto con su profesional sanitario, que podrá empezar a investigar.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Perthes?
Si su hijo tiene síntomas de la enfermedad de Perthes, su médico pedirá una radiografía. Las radiografías son una forma habitual de confirmar el diagnóstico. Su especialista también puede solicitar estudios adicionales, como una resonancia magnética, para ver el grado de avance de la enfermedad.
Su especialista médico también puede utilizar otras pruebas para comprobar la evolución de la enfermedad. Entre ellas se incluye la medición del muslo de su hijo para determinar si hay atrofia muscular (pérdida de tejido muscular). Su especialista también puede hacer que su hijo realice algunas actividades para comprobar su rango de movimiento.

¿Cómo se trata la enfermedad de Perthes?
El tratamiento de la enfermedad de Perthes depende de la etapa en que se encuentre la enfermedad y de la edad de su hijo. El tratamiento suele requerir periodos de inmovilización (métodos para evitar que la cadera de su hijo se mueva) y límites en la actividad normal. En el caso de los niños pequeños, su médico puede adoptar un enfoque de esperar y ver – el tratamiento con posibles medicamentos o restricciones de carga. Los niños mayores pueden recibir tratamiento quirúrgico o no quirúrgico.
Los tratamientos no quirúrgicos incluyen el uso de medicamentos antiinflamatorios, como ibuprofeno naproxeno sódico y fisioterapia. Algunos niños pueden tener que caminar con muletas o se les prescribe reposo en cama durante el proceso de tratamiento. Si la enfermedad sigue avanzando, el siguiente paso puede ser colocar al niño una escayola para mantener las caderas en la mejor posición para su curación. Por lo general, los pacientes menores de seis u ocho años pueden ser tratados sin cirugía.
Si el médico determina que el estado de su hijo está empeorando, puede ser necesaria la cirugía. El tratamiento quirúrgico puede restaurar la alineación correcta de los huesos de la cadera. Se pueden insertar tornillos, placas y/o clavos para mantenerlos en su sitio (se retirarán más adelante). Para proteger la reparación y maximizar la cicatrización, existe la posibilidad de que su hijo tenga que llevar una escayola durante seis u ocho semanas después de la cirugía.
Después de la cirugía, suele ser necesaria la fisioterapia para ayudar a su hijo a seguir curándose.
Tanto si su hijo recibe un tratamiento quirúrgico como no quirúrgico, se le tomarán una serie de radiografías a lo largo del proceso para determinar cómo se está curando. Es importante tener en cuenta que la cantidad de radiación que recibe su hijo con estas radiografías es una cantidad relativa muy pequeña y no es un peligro para la salud futura de su hijo.
¿Cómo es el tratamiento de fisioterapia para la enfermedad de perthes?
- El tratamiento de fisioterapia para la enfermedad de Perthes implica el uso de ejercicios para ayudar a mantener el rango de movimiento de la cadera y la rodilla.
- Los ejercicios también ayudarán a mejorar la fuerza y la coordinación de los músculos que rodean la cadera.
- La fisioterapia también puede incluir la aplicación de calor o frío para aliviar el dolor y la inflamación.
- En algunos casos, se pueden utilizar técnicas de manipulación para tratar de mejorar la movilidad de la cadera.
¿Puede prevenirse la enfermedad de Perthes?
Lamentablemente no. No se conocen formas de prevenir la enfermedad de Perthes.
¿Cuál es el pronóstico de los niños diagnosticados con la enfermedad de Perthes?
Afortunadamente, la enfermedad de Perthes puede responder bien al tratamiento. En la mayoría de los casos, después de dos a cinco años de tratamiento/observación, muchos niños pueden volver a sus actividades normales sin limitaciones. Los niños que desarrollan la enfermedad de Perthes de seis años o menos tienen un pronóstico excelente sólo con la observación.
El resumen de Infitema
Aunque la enfermedad de Perthes no puede prevenirse, la buena noticia es que hay tratamientos disponibles y que pueden tener mucho éxito. Algunos niños no presentan síntomas, otros tienen un dolor leve y síntomas sutiles. Como padre, esté atento a cualquier cambio en la mecánica de andar o correr de su hijo o a cualquier indicio de cojera. Si observa estos cambios, pida cita con el médico de su hijo.