
Fracturas por estrés: Causas, síntomas, pruebas y tratamiento con fisioterapia
Una fractura por estrés es una grieta muy pequeña en el hueso. Puede producirse por un traumatismo repetitivo y se observa con frecuencia en los atletas –, especialmente en los corredores de larga distancia. Las lesiones por estrés pueden producirse en la espinilla, el pie, el talón, la cadera y la zona lumbar. El tratamiento con fisioterapia de las fracturas por estrés suele consistir en descansar mientras el hueso se cura y en cambiar el nivel de actividad para evitar otra lesión.
¿Cómo ayuda la fisioterapia?
Visión general

¿Qué es una reacción al estrés o una fractura por estrés?
Una reacción al estrés puede considerarse similar a un hematoma óseo profundo, que surge de un traumatismo o de un uso excesivo. Las lesiones por sobrecarga pueden clasificarse en un espectro en el momento del diagnóstico: temprana (reacción por sobrecarga) o tardía (fractura por sobrecarga). Una reacción al estrés que no se trata se convertirá en una fractura por estrés. En una fractura por estrés, se desarrolla una pequeña grieta por un traumatismo repetitivo, que suele estar causado por el uso excesivo. Las lesiones por uso excesivo representan casi el 50% de todas las lesiones deportivas.
¿Dónde se producen las fracturas por estrés?
Las fracturas por estrés pueden producirse en cualquier lugar en el que se produzca un uso excesivo, pero lo más habitual es que se produzcan en las extremidades inferiores como resultado de un impacto y de actividades en las que se soporta peso. El hueso más común es la espinilla o la tibia (calcáneo), en la cadera (fémur proximal) e incluso en la zona lumbar.

¿Qué causa una fractura por estrés?
Los factores de riesgo de las fracturas por estrés pueden dividirse en dos categorías básicas: extrínsecos e intrínsecos.
Los factores extrínsecos ocurren fuera del cuerpo. También pueden denominarse factores ambientales (de la naturaleza). Estos factores pueden incluir:
- Practicar un entrenamiento o una técnica deportiva incorrecta.
- Tener un programa de entrenamiento o un volumen de actividad demasiado rápido o cambiar el nivel de actividad sin un periodo de rodaje gradual.
- Cambiar la superficie sobre la que te ejercitas, como pasar de una superficie blanda (como una pista cubierta) a una exterior con grava u hormigón.
- Correr en una pista o carretera con superficie inclinada.
- Utilizar un equipo deficiente o un calzado inadecuado (zapatillas demasiado desgastadas, demasiado endebles o demasiado rígidas).
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Realización de actividades repetitivas en determinados deportes de alto impacto, como:
- Carreras de larga distancia (tibia, cadera).
- Baloncesto.
- Tenis.
- Atletismo.
- Gimnasia (fracturas por estrés en la muñeca por soportar peso en manos/muñecas, espalda baja).
- Danza (pies, espalda baja).
- Tener una dieta inadecuada para el volumen del deporte.
- Tener un nivel bajo de vitamina D.
- Experimentar una especialización temprana en el deporte. Los jóvenes que practican un deporte durante todo el año sin descanso corren el riesgo de sufrir fracturas por estrés.
Los factores intrínsecos son cosas que están relacionadas con el atleta o el paciente y no son impactadas por fuerzas externas. Estos factores pueden incluir:
- Edad : Los deportistas de edad avanzada pueden tener problemas de densidad ósea subyacentes, como la osteoporosis. Un hueso ya debilitado desarrollará una reacción de estrés y/o una fractura antes que un hueso sano.
- Peso : Ambos extremos del espectro parecen estar en riesgo de sufrir lesiones por estrés. Alguien con un bajo IMC o con un peso inferior al normal puede tener los huesos debilitados y alguien con un IMC alto que realice cargas repetitivas con su peso corporal también estaría en riesgo de sufrir lesiones.
- Anatomía : Los problemas del pie pueden afectar a la forma en que el pie golpea el suelo. Estos problemas del pie pueden incluir juanetes , ampollas, tendinitis , y arcos bajos o altos. La debilidad muscular, los desequilibrios o la falta de flexibilidad también pueden ser un factor.
- Sexo : Las mujeres pueden estar en riesgo si tienen períodos menstruales irregulares o no tienen períodos.
- Condiciones médicas : Osteoporosis u otras enfermedades que debilitan la fuerza y la densidad (grosor) de los huesos. Los huesos débiles o blandos pueden no ser capaces de soportar los cambios de actividad.
¿Cuáles son los síntomas de una fractura por estrés?
Los síntomas de una fractura por estrés pueden incluir
- Dolor, hinchazón o molestia en el lugar de la fractura.
- Sensibilidad o “dolor puntual” al tocar el hueso.
- Dolor que comienza tras iniciar una actividad y que se resuelve con el reposo.
- Dolor que está presente durante toda la actividad y que no desaparece al terminar la misma.
- Dolor que se produce en reposo, durante la actividad normal o al caminar.
- Dolor que empeora al saltar sobre una pierna o al no poder cambiar el peso/saltar sobre la pierna/pie afectado.
Si una fractura por estrés no se trata en una fase temprana (reacción de estrés), el dolor puede volverse grave. También existe el riesgo de que la fractura se desplace (el hueso fracturado se desplaza fuera de la alineación normal). Algunas fracturas por estrés (de cadera) se consideran “fracturas por estrés de alto riesgo” porque pueden tener un mal resultado (como la necesidad de cirugía) si no se identifican a tiempo.
¿Cómo se diagnostica una fractura por estrés?
Es posible que su médico deba realizar varias pruebas para determinar si tiene una fractura por estrés y la gravedad de la misma. Estas pruebas pueden incluir:
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Examen físico
: Durante su primera visita, su médico le hará un examen físico y hablará de sus factores de riesgo para desarrollar una fractura por estrés. Al hablar de los factores de riesgo, le preguntará sobre:
- Su historial médico.
- Su trabajo.
- Sus actividades.
- Los medicamentos que pueda estar tomando.
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Radiografías
: Su médico puede solicitar una radiografía para buscar una fractura. Sin embargo, una fractura por estrés puede ser difícil de ver en una radiografía porque el hueso a menudo parece normal y las pequeñas grietas no se pueden ver en la imagen. En realidad, las radiografías no detectan alrededor de ⅔ de las fracturas por estrés. Las radiografías no pueden ayudar a diagnosticar una fractura por estrés a menos que haya empezado a curarse. Cuando el hueso empieza a cicatrizar, crea un callo, o bulto, que puede verse en las radiografías. Con un alto índice de sospecha de una fractura por estrés, su médico puede recomendar una prueba de imagen que es más sensible que una radiografía y que detectará una reacción de estrés incluso antes de que pueda convertirse en una fractura por estrés. Estas pruebas pueden incluir:
- Resonancia magnética (RM).
- Gammagrafía ósea.
- Gammagrafía ósea : Una gammagrafía ósea puede utilizarse para ver las fracturas por estrés que no se pueden ver en una radiografía. Durante una gammagrafía ósea, se inyecta un trazador (una sustancia radiactiva) en el torrente sanguíneo. El marcador se acumula en el hueso y se deposita en las zonas en las que se está reparando el hueso. La zona afectada por una fractura por estrés aparecerá más oscura en la gammagrafía ósea que una zona no lesionada.
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Resonancia magnética (RM)
: Cuando el médico necesita imágenes muy detalladas de la lesión, se puede utilizar una resonancia magnética. La resonancia magnética (RM) es una prueba que utiliza un gran imán, ondas de radio y un ordenador para producir imágenes muy claras del cuerpo humano. En muchos casos se prefiere la resonancia magnética porque:
- No hay exposición a la radiación.
- Se tarda menos tiempo que en otras pruebas de imagen.
- Es mejor para diagnosticar diferentes tipos de problemas óseos y de tejidos blandos.

¿Es necesario tratar una fractura por estrés?
Sí, es necesario tratar una fractura por estrés. Si cree que tiene una fractura por estrés, lo primero que debe hacer es descansar. Deje de realizar cualquier actividad que pueda contribuir a la lesión. Pide una cita y acude a tu médico. Es importante que sigas las pautas de tratamiento que te indique para evitar una lesión mayor.
Si una fractura por estrés no se trata, la fractura puede empeorar. Puede curarse mal, provocar artritis o incluso necesitar cirugía. En definitiva, no ignore el dolor. Ignorar el dolor puede acarrear graves problemas en el futuro, por lo que es importante que acuda a su médico cuando empiece a sentir el dolor.
Si tiene una condición médica subyacente como la diabetes o la neuropatía, es muy importante que vea a su médico si está experimentando cualquier dolor con las piernas, los tobillos o los pies.
¿Cómo es el tratamiento de fisioterapia?
- La fisioterapia puede ayudar a aliviar el dolor y la inflamación asociados con las fracturas de estrés.
- La fisioterapia también puede ayudar a mejorar la fuerza y la flexibilidad de los músculos y ligamentos que rodean la fractura, lo que puede ayudar a prevenir futuras fracturas.
- La fisioterapia también puede incluir la educación sobre cómo mejorar la forma en que se realizan las actividades diarias para reducir el riesgo de fracturas de estrés.
¿Cómo se trata una fractura por estrés?
Las fracturas por estrés se tratan de varias maneras. Su médico le explicará las opciones que tiene en función de la localización y la gravedad de su fractura. Además, su médico intentará tratar cualquier factor de riesgo que tenga para futuras lesiones.
Los tratamientos que su médico puede recomendar pueden incluir
- Dejar de realizar la actividad que provoca el dolor. Las fracturas por estrés se producen a causa del estrés repetitivo y el uso excesivo, por lo que es importante evitar la actividad que ha provocado la fractura.
- Aplicar una bolsa de hielo (10 minutos) o un masaje con hielo (frotar con cubitos de hielo durante tres a cinco minutos) en la zona lesionada.
- Descansar durante aproximadamente dos a ocho semanas.
- Se puede permitir el entrenamiento cruzado realizando ejercicios sin impacto (como el uso de la piscina o la bicicleta) tras consultarlo con el médico. Con el tiempo, una vez que pueda realizar actividades de bajo impacto durante periodos prolongados sin dolor, podrá empezar a realizar ejercicios de alto impacto. A menudo, la fisioterapia puede ser muy útil para retomar las actividades y realizar ajustes para evitar volver a lesionarse.
- Ajustar la posición si hay hinchazón en la pierna, el tobillo o el pie. Puede reducir la hinchazón elevando la pierna — y elevando el pie por encima del nivel del corazón — mientras está tumbado de espaldas.
- Tomar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos para ayudar a aliviar el dolor y la hinchazón.
- Utilizar calzado de protección para reducir la tensión en el pie o la pierna. Puede ser un zapato de suela rígida, una sandalia con suela de madera o un zapato postoperatorio con suela rígida.
- Utilizar muletas para no tener que cargar con el peso del pie o la pierna hasta que el hueso se cure.
¿Necesitaré una escayola si tengo una fractura por estrés?
Es posible que su médico tenga que ponerle una escayola o una bota de fractura en el pie para mantener los huesos en una posición fija. El uso de una escayola o una bota ayuda a eliminar la tensión en la pierna y favorece la curación.
¿Es necesario operar alguna vez una fractura por estrés?
Algunas fracturas por sobrecarga necesitan una intervención quirúrgica para curarse correctamente. Esto se denomina fijación interna. Dependiendo de la localización de la fractura, el cirujano puede utilizar clavos, tornillos o placas metálicas.
¿Cómo debo modificar mis actividades cuando me recupero de una fractura por estrés?
Cuando se está recuperando de una fractura por estrés, es importante seguir las instrucciones de su médico. Ignorar su plan de recuperación y volver a sus actividades completas demasiado rápido puede provocar lesiones más graves en el futuro. Hay dos cosas que debe recordar cuando empiece a hacer ejercicio de nuevo:
- Tómelo con calma.
- Introduzca actividades que supongan menos tensión para la lesión.
Durante la fase inicial de la curación, el médico puede recomendarle que cambie su horario de manera que descanse un día, haga una actividad al día siguiente y descanse al día siguiente. Un ejemplo de este horario es:
- Descansar un día.
- Realice una actividad al día siguiente.
- Descanse al día siguiente.
Alternar los días de actividad y de descanso permite al cuerpo volver a ponerse en forma. Debe aumentar lentamente la frecuencia y la intensidad del ejercicio. Si la actividad que causó la fractura por estrés se inicia con demasiada rapidez, es posible que se produzca una fractura más grande y más difícil de curar. Si se vuelve a lesionar el hueso, pueden surgir problemas a largo plazo, y la fractura por estrés podría no curarse nunca adecuadamente.
¿Cómo se puede prevenir una fractura por estrés?
Estas medidas pueden ayudar a prevenir una fractura por estrés:
- Cuando sienta dolor, deje de hacer ejercicio. Sólo vuelva a hacer ejercicio si no siente dolor.
- Acuda a su médico lo antes posible si tiene una zona de preocupación o molestia persistente.
- Utilice el equipo deportivo adecuado.
- Utilice el calzado adecuado para correr. Las zapatillas de correr deben cambiarse cada 300 millas.
- Añada nuevas actividades físicas (por ejemplo, cambie correr por nadar).
- Inicie nuevas actividades deportivas lentamente y aumente gradualmente el tiempo, la velocidad y la distancia.
- Al reiniciar un deporte o actividad, reduzca la intensidad en un 50%. Siga la regla del 10% — no aumentar más del 10% por semana.
- Asegúrese de calentar y enfriar adecuadamente antes de las actividades.
- Practique el entrenamiento de fuerza para ayudar a prevenir la fatiga muscular temprana, y para ayudar a prevenir la pérdida de densidad ósea que viene con el envejecimiento.
- Siga una dieta saludable llena de alimentos con calcio y vitamina D que mantendrá sus huesos fuertes. Un nutricionista deportivo puede ser útil si eres extremadamente activo y tienes un historial de fracturas por estrés.
- Si decide aumentar su nivel de actividad, pida a su médico que le recomiende la cantidad que debe añadir y cuándo hacerlo.
- Optimice su salud ósea. Si tiene un historial conocido de osteopenia u osteoporosis, hable con su médico sobre cómo gestionar médicamente estas condiciones. Para una persona activa, el tratamiento es mejor antes de que se produzca una lesión. Una fractura por estrés con un hueso débil es más difícil de curar.
- Si el dolor o la hinchazón vuelven a aparecer, deje la actividad y descanse unos días. Si el dolor continúa, consulte a su médico.
- Consulte a su médico antes de empezar un programa de ejercicios o antes de aceptar un trabajo que implique un nivel de actividad física superior al que está acostumbrado.
- Siga todas las normas que le indique su médico.
¿Cuánto tiempo se tarda en recuperarse de una fractura por estrés?
Mientras sientas dolor, el hueso sigue siendo frágil en esa zona y podría volver a romperse en el mismo sitio. Una fractura por estrés tarda aproximadamente entre seis y ocho semanas en curarse, por lo que es importante dejar de realizar las actividades que han provocado la fractura por estrés. Consulta siempre a tu médico antes de volver a hacer ejercicio por completo para asegurarte de que la zona está curada y estás preparado para ello.