
Higroma quístico: síntomas, causas y tratamiento con fisioterapia
Los higromas quísticos son tumores benignos que aparecen como un saco lleno de líquido, que suele formarse en el cuello del recién nacido. El quiste se forma debido a una obstrucción del sistema linfático, que hace que se acumule líquido bajo la piel. Estos quistes pueden poner en peligro la vida del niño y pueden provocar un aborto o un parto prematuro. El tratamiento con fisioterapia reduce el tamaño del quiste o lo extirpa.
¿Cómo ayuda la fisioterapia con un higroma quístico?
Visión general

¿Qué es un higroma quístico?
Un higroma quístico es un saco lleno de líquido (quiste) que se forma con mayor frecuencia en el cuello del bebé debido a una malformación u obstrucción del sistema linfático. El sistema linfático es un conjunto de tejidos y órganos que mueven el líquido linfático (un fluido acuoso lleno de glóbulos blancos) a través del torrente sanguíneo y el sistema circulatorio para eliminar los residuos y las toxinas.
Los higromas quísticos pueden aparecer durante el embarazo en una ecografía o después del nacimiento del bebé como un bulto o protuberancia bajo la piel. Si el higroma aparece durante el embarazo, existe el riesgo de aborto espontáneo o nacimiento de un bebé muerto .
¿A quién afecta un higroma quístico?
Un higroma quístico puede afectar a cualquier bebé, ya que puede ser el resultado de un cambio genético que afecta a la formación del sistema linfático durante el desarrollo del feto. Los higromas quísticos pueden aparecer por sí solos o entre niños diagnosticados con una afección genética como el síndrome de Down , el síndrome de Turner o el síndrome de Noonan .
Los higromas quísticos también pueden formarse en adultos tras un traumatismo físico o una infección respiratoria .
¿Qué frecuencia tiene un higroma quístico?
Los higromas quísticos son raros y representan sólo el 6% de todos los tumores no cancerosos (benignos) durante la primera infancia. Los higromas quísticos en adultos son extremadamente raros.
¿Cuáles son los síntomas de un higroma quístico?
Los síntomas de un higroma quístico varían en función del tamaño y la ubicación del saco lleno de líquido (quiste). Los síntomas pueden incluir:
- Un bulto bajo la piel.
- La piel sobre el quiste tiene un tinte azul.
- El quiste es blando.
- El quiste aparece con más frecuencia en el cuello, pero puede formarse en cualquier parte del cuerpo.
- Su tamaño oscila entre una uva y un pomelo, y puede aumentar a medida que el bebé crece.
Los síntomas graves de un higroma quístico son:
- Desfiguración física de una parte del cuerpo.
- Daño en los huesos u órganos.
- Dificultades de alimentación.
- Dificultad para respirar (obstrucción de las vías respiratorias).
- Hemorragia.
- Infección.
Si un higroma quístico está presente durante el embarazo, existe el riesgo de aborto o de que nazca un bebé muerto debido a las complicaciones del quiste que afectan al desarrollo y crecimiento del feto. El quiste podría crear una cantidad excesiva de líquido en el cuerpo del feto (hidropesía), lo que podría causar una muerte prematura.

¿Qué causa el higroma quístico?
Se desconoce la causa exacta del higroma quístico. El quiste se forma como resultado de un daño en el sistema linfático durante el desarrollo fetal, o como resultado de un traumatismo físico o una infección respiratoria en los casos que afectan a los adultos. Los daños en el sistema linfático hacen que el líquido linfático se acumule bajo la piel en lugar de fluir por el torrente sanguíneo, lo que provoca una protuberancia o un crecimiento del líquido en forma de saco.
Los estudios sugieren que los higromas quísticos podrían ser el resultado de factores ambientales como fumar o beber alcohol durante el embarazo. Otros estudios sugieren que los cambios o mutaciones genéticas que afectan al desarrollo del sistema linfático causan higromas quísticos.
A menudo, los higromas quísticos se forman solos, pero algunos se forman en combinación con afecciones genéticas como el síndrome de Down, el síndrome de Turner o el síndrome de Noonan.
¿Cómo se diagnostica el higroma quístico?
El diagnóstico de un higroma quístico se realiza antes de que el niño cumpla dos años. Durante el embarazo, el diagnóstico del higroma quístico es posible con una ecografía prenatal rutinaria . Un análisis de sangre para detectar la alfafetoproteína entre las semanas 15 y 20 ayuda a confirmar el diagnóstico.
Si las pruebas prenatales sugieren que su hijo tiene un número anormal de cromosomas, es posible que su hijo tenga una predisposición a los higromas quísticos y su especialista vigilará cuidadosamente el desarrollo de su feto para asegurarse de que está sano.
Tras el nacimiento del bebé, un examen físico del quiste, junto con una radiografía, una ecografía o una resonancia magnética ayudarán a su especialista a confirmar el diagnóstico y a ofrecer un plan de tratamiento exclusivo para la enfermedad de su hijo.

¿Cómo se trata un higroma quístico?
El tratamiento es único para cada niño al que se le diagnostica un higroma quístico. El objetivo de su especialista para tratar el quiste es eliminarlo, si es posible. Las opciones de tratamiento pueden incluir
- Cirugía para extirpar el quiste.
- Drenaje del líquido del quiste (drenaje percutáneo).
- Redirigir el líquido del quiste a través del cuerpo ((2101)escleroterapia ).
- Eliminar el quiste con un láser (terapia láser).
- Reducir el tamaño del quiste ((228)ablación por radiofrecuencia ).
En algunos casos, no es necesario ningún tratamiento porque el quiste podría desaparecer por sí solo. En otros casos, el quiste podría reaparecer después del tratamiento si hay daños en el sistema linfático. El éxito del tratamiento varía y suele ser positivo si el cirujano puede eliminar todo el tejido sobrante y anormal del quiste.
¿Existen complicaciones del tratamiento?
Existe la posibilidad de que queden cicatrices después del tratamiento quirúrgico, lo que depende del tamaño y la ubicación del quiste. Existen opciones de tratamiento menos invasivas que la cirugía tradicional, que producen menos cicatrices como la terapia láser.
Trate el quiste de su hijo como si fuera una herida, especialmente si su hijo se está curando de una cirugía. Existe un riesgo de infección con cualquier tratamiento, así que vigile el higroma quístico y asegúrese de que no pierde pus claro o amarillo, ni cambia de color o tamaño, ni está caliente o sensible al tacto. Póngase en contacto con su médico si sospecha que su hijo tiene una infección.
¿Cómo es el tratamiento de fisioterapia para un higroma quístico?
- La degeneración corticobasal es una enfermedad neurodegenerativa rara que afecta al cerebro y a la médula espinal.
- Los síntomas de la degeneración corticobasal incluyen movimientos anormales, debilidad, pérdida de sensibilidad y problemas cognitivos.
- El tratamiento de la degeneración corticobasal es sintomático y se centra en aliviar los síntomas de la enfermedad.
- La fisioterapia puede ayudar a aliviar los síntomas de la degeneración corticobasal y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
- La fisioterapia puede incluir ejercicios de movilidad, terapia de masaje, terapia ocupacional y ejercicios de fortalecimiento.
¿Cómo puedo prevenir un higroma quístico?
Es difícil prevenir un higroma quístico, ya que la causa es desconocida. Tome medidas para asegurarse de que su hijo en desarrollo está sano:
- Realizando una prueba genética en consulta con su especialista de salud antes de quedarse embarazada para conocer el riesgo de tener un hijo con una condición genética.
- No fumar ni beber alcohol durante el embarazo.
- Acudiendo a revisiones periódicas durante el embarazo para controlar la salud del feto en desarrollo.
- Seguir una dieta equilibrada y mantenerse sana.
¿Qué puedo esperar si tengo un higroma quístico?
El pronóstico depende del momento en que el médico diagnostique el higroma quístico, de si el quiste es el resultado de una enfermedad subyacente y de la ubicación y el tamaño del quiste.
La cirugía para extirpar el quiste tiene un buen pronóstico si su cirujano puede eliminar con seguridad el exceso de tejido dentro del quiste. Si el cirujano no puede eliminar con seguridad el exceso de tejido que rodea el quiste, existe un 15% de posibilidades de que el quiste vuelva a aparecer.
El diagnóstico y el tratamiento tempranos son los mejores y reducen el riesgo de que su hijo sufra complicaciones a causa del quiste, como daños en los órganos y anomalías estéticas.
Existe un mayor riesgo de aborto espontáneo y de muerte fetal en los casos de higroma quístico que se forman en combinación con anomalías cromosómicas como el síndrome de Down. Su especialista de asistencia sanitaria controlará la evolución del feto en desarrollo para asegurarse de que está sano durante el embarazo.
¿Cuándo debo acudir a mi médico?
Visite a su especialista médico si nota que el quiste de su hijo
- Aumenta de tamaño.
- Cambia de color.
- Pierde un líquido amarillo o transparente.
- Está rojo, sensible o caliente al tacto.
- Causa dolor y molestias.
- Impide que su hijo coma.
Si su hijo tiene problemas para respirar, llame a emergencias o acuda a urgencias inmediatamente.
¿Qué preguntas debo hacer a mi médico?
- ¿Necesita mi hijo una intervención quirúrgica para extirpar el quiste?
- ¿El quiste ha provocado daños en algún órgano, hueso o nervio?
- ¿Cuáles son los efectos secundarios del tratamiento que sugieren?
El resumen de Infitema
Puede ser alarmante ver a su hijo recién nacido con un gran crecimiento en el cuello. Su profesional sanitario le ofrecerá el mejor tratamiento para su hijo para que el quiste reduzca su tamaño o pueda ser extirpado con seguridad. Dado que los higromas quísticos pueden estar relacionados con otras afecciones genéticas, si planea quedarse embarazada y quiere conocer el riesgo de tener un hijo con una afección genética, hable con su especialista sobre las pruebas genéticas. Si corre el riesgo de sufrir un aborto espontáneo o de que su bebé nazca muerto, su especialista puede ofrecerle recursos u orientación para ayudarle a afrontar una pérdida.